Yo tenía días de sentirme alejada, cada quien se acostaba por su lado. Un buenas noches y un buenos días, acompañado de jalón de pies en la cama sobre las sábanas para despertarme. Fueron semanas de esto. Hasta que uno habló. El otro no se había percatado de que estas cosas se hablaban, pero siempreSigue leyendo “CON LA PUERTA ABIERTA”