No me acuerdo con certeza en qué momento me preocupé por cómo me veía, pero recuerdo que tenía una amiga, quien sigue siendo una muy buena amiga, repugnar su baby fat. Esa carnita blandita con algo de celulitis pero “cute”. Yo por el contrario era flaaaaca como una escoba y chiquita. Pero chiquita de verdad,Sigue leyendo “BUSCANDO RESPUESTAS”